Que Ver En Ladakh – Ruta De Viaje Por El Himalaya Indio

Hay que visitar Ladakh una vez en la vida. Es una region remota en el norte de India con un paisaje asombroso. Entre montañas y valles se esconde antiguas monasterios, templos y palacios. Seguir nuestra ruta por el Himalaya Indio para decubrir que ver en Ladakha y disfrutar de un viaje realmente increíble.

Sus profundos valles surcados por ríos de agua cristalina, montañas de la cordillera del Himalaya, paisajes lunares y desérticos y sobre todo la hospitalidad de la gente de los pueblos, hace del norte una India diferente a lo que estamos acostumbrados a ver.

Reflejo de las montañas de Himalaya Indio en un lago de Ladakh.
Valle Nubra

La India es un país con 3.287.263 km2 y ofrece una variedad fascinante de contrastes, no solo sociales-culturales, religiosos, si no también paisajísticos. No cabe duda que el norte de la India, y Ladakh en especial, es unos de los lugares que verdaderamente te atrae como un imán.


Que Ver en Ladakh

Texto y fotos: Ester Guglietta

Organizar el viaje por Ladakh en el Himalaya Indio no es nada complicado, puedes perfectamente hacerlo por tu cuenta, pero hay zonas en las cuales tienes que pedir un permiso para poder acceder a ellas, y son las agencias de viajes las que te lo proporcionan. Puedes ir de una ciudad o pueblo a otro en autobús, pero claro está, que necesitas mucho tiempo, pero la opción de alquilar un coche con conductor es una buena decisión. Es una zona muy frecuentada por los moteros, creo que es por la sensación de libertad que la zona del Ladakh te hace sentir.

Ladakh ha sido uno de los viajes que más me ha impactado de la India!

Panorama sobre el templo de Leh y las casas en las colinas del Himalaya.
Vistas sobre Leh

Yo cogí un vuelo bastante temprano desde Delhi a Leh, capital del distrito de Leh, Ladakh. Es aconsejable alojarse unos días en esta ciudad, para ir aclimatando a la altitud de la región, ya que la ciudad de Leh está a 3500 m de altitud sobre el nivel del mar en los Himalayas.


Día 1 y 2. Recorriendo Leh

Main Bazar de Leh

Calle con antiguas edificios con comercios con montañas al fondo.

Desde el hotel Nalanda fuimos caminando al centro de la ciudad. Nos metimos de lleno en el ‘Main Bazaar’, el bazar principal de Leh, donde tiendas, puestos de frutas y verduras en la calle, restaurantes, dan vida a esta ciudad.

Gente con sus trajes típicos, pero no tan coloridos llama la atención, sus rostros están curtidos por el frío y el sol. En una esquina de la Main Bazar se encuentra la mezquita principal pintada de blanco y verde.

El Palacio de Leh


El Palacio de Leh se encuentra al norte de la ciudad. Caminas por la parte antigua de la ciudad, un verdadero laberinto de calles estrechas, las cuales te transportan en el tiempo. Hay que tomárselo con mucha calma todo el primer día, la subida se hace bastante dura debido a la altitud. El Palacio de Leh es un imponente edificio de 9 plantas, una verdadera proeza de arquitectura e ingeniería construido por la dinastía Namgyal.

Altos muros de piedra del antiguo palacio.

Levantado por el rey Sengge Namgyal en el siglo XVI, es una edificación de estilo tibetana. Las diferentes plantas estaban dedicadas una a los establos, otra de almacén, servidumbre, sala de audiencias del Rey, estancia de la familia real etc. En la octava planta hay una habitación dedicada a la deidad Dukkar.

El palacio real estuvo en estado de ruinas durante siglos hasta 1982 cuando el Estudio Arqueológico de la India lo nombró ‘monumento nacional de interés cultural’. Desde la última planta hay una panorámica espectacular de toda la ciudad de Leh.

Templo de Chensering Lhakhang

Justo debajo del Palacio de Leh se encuentra el Chensering Lhakhang, un templo del siglo XVII, el cual casi siempre está cerrado.

Monasterio de Shankar

El Monasterio de Shankar es la residencia del Abad de Spituk. Este monasterio pertenece a la secta Gelup-pa. Solo unos 20 monjes residen aquí.

Shanti Stupa

Estupa budista en las himalayas.

Esta stupa es de dos niveles, en el nivel inferior está adornado con 53 imágenes de Buda y en el nivel superior hay 4 imágenes que representa el ciclo de vida.

Fuerte y Monasterio de Tsemo

El fuerte y monasterio de Tsemo es un conjunto de capillas y un fuerte, el edificio más alto es una antigua fortaleza Dard, parte de la cual data del siglo V. La estructura actual fue construida entre 1555 y 1575. Puede ser un poco decepcionante su visita, pero las vistas son espectaculares.

Donde comer en Leh

Desde luego, puedo recomendar Gesmo Restaurant, al cual fui en varias ocasiones, también el Appletree Restaurant es bueno.


Día 3. Oeste de Leh

Desde Leh, el segundo día hicimos una excursión para visitar los monasterios de Spituk y Phyang. Hay autobuses que te llevan a estos pueblos y monasterios, sin embargo si alquilas un coche con conductor tienes la oportunidad de incluir algún monasterio más en la excursión.

Monasterio de Spituk

Fachada del monasterio blanco con ventanas de madera adornados en verde.

A tan sólo 7 km de Leh, el Monasterio de Spituk es uno de los monasterios más antiguos de Ladakh. Se le conoce también como Spituk Gompa que significa “ejemplar”.

El lugar fue consagrado en el siglo XI y perteneció a la escuela Kadam-pa, en el siglo XV se convirtió en sitio de aprendizaje de los Gelug-pa.

Sus estrechos vínculos con el Tíbet en el siglo XV, hicieron del monasterio un importante enclave en la meseta tibetana occidental.

Monasterio de Phyang

Hay que ver en Ladakh el gran monasterio en las montañas.

Monasterio de Phyang se encuentra a tan solo 18 km al oeste de Leh. La colina de Phyang sirvió como sede a un monasterio conocido como Tashi Chozong en el año 1515. Se dice que fue fundado por Tashi Namgyal. Pertenecía a la escuela Kadam-pa, pero hace 500 años se convirtió a la escuela Drigung-pa.

Lo que había visto hasta ahora me había dejado fascinada, pero sabía que lo me quedaba por ver era todavía más fascinante.


Día 4 y 5. Excursión a Lamayuru

Paisaje con la confluencia de dos rios lodosos entre montañas de color beis.
Donde confluyen los ríos Indo y Zanskar

La segunda excursión que hicimos fue a Lamayuru, situado a 125 km al noroeste de Leh. El viaje no te deja indiferente, los inhóspitos paisajes, carreteras bien asfaltadas donde la vista se te pierde, pequeñas aldeas entre vegetación en zonas totalmente desérticas, ríos que discurren entre montañas, todo ello hace sentirte como el más insignificante ser vivo ante tal grandeza.

Templo Gurdwara Pathar Sahib

De camino puedes hacer parada en el templo Gurdwara Pathar Sahib, construido en 1517 para conmemorar la visita a la región de Ladakh del fundador de la religión sij, Guru Nanak Dev. Seguramente acabarás pelando verduras cuando termines la visita, como ayuda para la comida que se ofrece a los devotos.

Monasterio de Basgo

Arboles y paisje verde con montañas áridas y un monasterio al fondo.

Otra parada que debes hacer es en el Magnetic Hill, a 4267 m de altitud, donde los vehículos desafían la fuerza de la gravedad, puedes comprobar por ti mismo como el coche en punto muerto es capaz de recorrer parte de la carretera.

También, donde confluyen los ríos Indo y Zanskar como en el pueblo de Basgo. Pero sin duda la parada más espectacular y que sin duda la harás, es en el Valle de la Luna, donde los colores de las formaciones de arenisca pasan del oscuro casi negro al beige. Un capricho de la naturaleza.

Unos kilómetros más adelante hay un puesto de la policía donde hacen control de pasaportes, es recomendable llevar una fotocopia a mano; estos controles es debido a que estás en la carretera que lleva a Cachemira.

Monasterio de Lamayuru

Cuando te vas aproximando a Lamayuru, es un impacto visual de lo más hermoso, el monasterio se encuentra vigilante en lo alto de una roca y casas te recuerdan al Medievo, están construidas colina abajo. El monasterio de Lamayuru: originalmente el principal monasterio del Bon en Ladakh, es el símbolo popular en Bon para “eternidad”. Actualmente está afiliada a la escuela Drinkung Kagyu.

Edificaciones antiguas del gran monasterio indio en las Himalayas.

El edificio más antiguo es el templo llamado Sengge Lhakhang (958-1055 d.C). El monasterio data del siglo XI, y fue declarado lugar sagrado en el siglo XVI, lugar donde incluso los criminales podían buscar refugio. Es uno de los gompas más grande de Ladakh. Admirable son sus pinturas, pero debido a la oscuridad es casi imposible hacer fotos a no ser que te ayudes con una linterna. El monasterio está rodeado de estupas y ruedas de oración.

Monasterio de Alchi

Terminada la visita nos dirigimos a Alchi, que se encuentra a mitad de camino entre Leh y Lamayuru, donde hicimos noche.

Una mujer y banderas de oración delante de una estupa rodeado de árboles.

Alchi es un pequeño y tranquilo pueblo, fue uno de los pueblos donde no me hubiera importado pasar una temporada. Por supuesto que no tiene la belleza de Lamayuru, pero para mí fue muy especial. Jamás llegué a pensar que ese pequeño pueblo tuviese un templo tan magnífico, para mí fue la joya escondida del Himalaya. Desde el exterior parece un monasterio destartalado y feo, pero es un diamante en bruto.

En 1020-1033 d.C, el famoso traductor Rinchen Zangpo visitó Ladakh y fundó este monasterio. Rinchen Zangpo contrató a numerosos artesanos famosos de Cachemira y Tibet. El complejo está formado por 4 templos: Sumtseg, Dukhang o Templo Vairocana, Lotsawa y Templo de Manjushree. Sus templos albergan algunas de las pinturas budistas más fascinantes de toda la cordillera del Himalaya, pinturas de mandalas que tienen profundas interpretaciones tántricas. Está totalmente prohibido hacer fotos, y no creáis que es fácil con el móvil hacer alguna, siempre habrá un monje cerca de ti atenta a tus movimientos. Es una pena, pero es cuestión de respeto. Era una joya bien custodiada.

Gran estatua dorada de Buda sentada al aire libre.

Monasterio de Likir

De regreso a Leh, visité el monasterio de Likir, a 52 km al oeste de Leh, situado en una colina junto al río Indo. Este monasterio se llama Klukhi porque se cree que Jokpo, el rey naga, durmió aquí.

Dos enormes serpientes abrazan el monasterio, los espíritus de las nagas-rajas Nanda y Taksako, por lo que popularmente es conocido con el nombre de Likir (rodeado por Nagas).

Destaca su gran estatura de 23 m de altura del Buda Maitreya.


Día 6. Este de Leh

Monasterio de Hemis

Monasterio de Hemis: a 45 km al sureste de Leh, se encuentra el más grande y próspero monasterio del centro de Ladakh, en el Valle de Shang, aferrado a las faldas de una ladera empinada. La única forma de llegar es en taxi, aunque en la estación de verano hay un autobús que te lleva al pueblo más cercano de Karu.

2 monjes Budistas vestidos con tunicas color granate, sentados en un escalon.

Su fecha de construcción no está muy clara, se cree que fue en el año 1644 y que fue consagrado en 1664. Es unos de los monasterios más ricos en tenencias de tierras, unos 2500 acres repartidos entre Ladakh y Zanskar. El monasterio es único, muy distinto a las otras edificaciones religiosas en Ladakh.

En el gran patio se celebra en los días 10 y 11 del quinto mes del calendario lunar (mayo o junio) el famoso Festival de Hemis en honor a Padmasambhava (Guru Rinpoche). Tiene un museo bastante interesante, pero perderse por el laberinto que forma su estructura como en sus diferentes templos, es algo indescriptible.

Monasterio de Thiskey

Antiguo monasterio de edificaciones escalonadas, de color blanca, dorada y marrón.


Situado a 19 km al sur de Leh, el Monasterio de Thiskey es conocido como el “mini Potala”, es un gran complejo con su edificio principal pintado de rojo y amarillo que se eleva grandiosamente por encima de las habitaciones de los monjes. Se encuentra a 3600 m de altitud sobre el Valle del Indo.

Construido en el siglo XVI, fue el primer monasterio de Gelugpa en Ladakh. El Duhkang es la estructura más grande en la cima de la colina, dedicado a los gurús del linaje y a Rinpoche.

Cada año, en el 12º mes del calendario tibetano se celebra un festival de 3 días.

Palacio Real de Shey

Una fortaleza construido en 1650 por el rey Deldan Namgyal, en memoria de su fallecido padre Sengge Namgyal, hoy en día el Palacio Real de Shey está completamente en ruinas. Verdaderamente es una lástima. El palacio tiene un Changchup Chorten (Estupa de la Victoria), donde la parte superior está hecha de oro puro. Lo que merece la pena es la panorámica que hay desde la fortaleza.


Día 7 y 8. Norte de Leh

Valle de Nubra

Ruta de viaje por el Himalaya Indio.
Paisaje camino al Valle de Nubra

El Valle de Nubra, está a unos 155 km de Leh, y se encuentra en la antigua ruta de la seda de hacia Asia Central. Los turistas necesitan un permiso para poder acceder al Valle de Nubra, el cual te lo puede proporcionar una agencia de viajes. En South Pullo (4663 m de altitud) pasas el control policial. Recomiendo que vayas bien abrigado. La carretera suele estar en buen estado, salvo en algunos tramos que por lluvias y desprendimientos se hace un poco tediosa.

Mujer junto a un hito de paso de montaña.

Parada obligatoria es el paso de montaña Khardung La a 5602 m de altitud. Hacía un frío que se te cortaba la respiración, y la altitud es un gran problema, sobre todo si se padece del mal de altura. Tanto gente local como turistas caminaban por cualquier lado queriéndose hacer fotos. Hay un templo en el paso de montaña al cual yo no quise subir, si ya me costaba trabajo caminar, no deseaba verificar lo que me costaría subir al templo. Espectacular el paisaje con nubes a la altura de mi cabeza.

La siguiente parada fue para comer en el pueblo de Khardungla, donde tienes como escenarios la cadena montañosa del Karakorum. Solo un día a la semana hay un autobús desde Leh que te lleva al Valle de Nubra. No tengo palabras para describir los paisajes, áridos y desérticos, a veces creía que estaba en el Cañon del Colorado. Solo tienes el deseo de parar cada 5 minutos y hacer fotos.

Dunas de Nubra

Gente paseando en camello por el desierto de arena entre montañas.

Si los paisajes que dejamos atrás fueron maravillosos, no sé qué decir cuando te aproximas al Valle de Nubra. Seguimos el curso del río Shoyok, a nuestra derecha dunas, y el río que cambiaba de tonalidad según la luz del sol.

Nos dirigimos al pueblo de Hunder, donde se encuentran la mayoría de alojamientos. Dejamos las maletas e inmediatamente nos fuimos a caminar por las dunas que están a 3000 m de altitud. No podía creer que pudiese haber un desierto de arena rodeado de montañas con las cumbres nevadas. Puedes pasear sobre camellos por aquel desierto. Se nos hacía tarde, pero aquel lugar te engancha, te hipnotiza.

Interesante es poder asistir a un espectáculo, donde te ofrecen cuatro tipos de danza Shondol que proviene de la tribu Mon.


Día 9 y 10. Pongong Tso

Del Valle de Nubra al Lago Pongong Tso

Me arrepentí no haberme quedado otro día más en el Valle de Nubra, pero teníamos que continuar con nuestro itinerario. Deshicimos parte del camino recorrido, haciendo una parada en Diskit, para ver la estatua de 32 m de altura del Jampa (Maitreya) Buda. Nuestro conductor nos ofreció ver el monasterio de Diskit, pero ya habíamos visto muchos monasterios y teníamos un buen trecho hasta el lago Pangong Tso, unos 274 kilometros para ser exacto.

Gran estatua dorada de Buda sentada en las montañas de Ladakh con un templo al fondo.

Posteriormente tomamos la carretera de Shoyok. El viaje es un poco largo y aquí nos encontramos con una carretera que estaba en peor estado, pero la inmensidad de los paisajes amortiguaba los duros baches, la mayor parte del trayecto transcurre entre montañas. El almuerzo lo hicimos en el pueblo de Tangtse.

Antes de llegar al lago me quedé asombrada como una gran cantidad de marmotas estaban en el campo comiendo a sus anchas, además no le tienen miedo a los seres humanos y se aproximaban bastante a mí.

Lago Pangong Tso

Lago con montañas al fondo y cielo nuboso.

Lago Pangong Tso queda al sur este de Leh, a 222 kms por carretera. Pangong Tso está a 4250 m de altitud, tiene una longitud de 134 km y el agua es salada. El cielo estaba encapotado, amenazaba con lluvia pero algunas veces el sol conseguía salir y sus aguas eran de un turquesa exultante, las montañas que rodeaban el lago tenían sus cumbres nevadas.

El alojamiento en el lago mayoritariamente son tiendas de campaña que están acondicionadas con baño, excepto algunas cabañas de madera. Las camas son amplias y están equipadas con buenas mantas, pero al final acabas durmiendo con la ropa. Luz eléctrica solo tienes de siete de la tarde a once de la noche. El agua caliente para ducharte te la proporcionan a las 7 de la mañana en cubos, pero se hace imposible ducharse por el frío que hace a esas horas. Debido a la altitud se hace difícil caminar, hay que tomárselo con mucha calma. Las comidas se sirven en el restaurante correspondiente a las tiendas de campaña.

Cama matrimonial con mantas coloridas dentro de una tienda de campaña.
Mujer sentada en una silla afuera de una tienda de campaña.

Toda la noche estuvo lloviendo, pero el amanecer fue espectacular, las cumbres de las montañas estaban más nevadas y el agua del lago parecía tener un color de plata, merece sin duda alguna madrugar para poder verlo.

El regreso a Leh lo haces por el paso de montaña Changla que está a una altitud de 5391 m.


Viajar a Ladakh – a tener en cuenta

  • Allí en casi todos los pueblos está prohibida la venta de alcohol, así que si quieres tomarte una cerveza tienes que buscar alguna tienda en las afueras del pueblo para comprarlas.
  • En muchos sitios está prohibido fumar, no solo en restaurantes si no también en la calle.
  • Imprescindible llevar linternas, tanto como para ver algunos monasterios sus magníficas pinturas, como por los cortes de luz que hay continuamente.
  • Sin duda hay que llevar ropa de abrigo y el que sufre del mal de altura, llevar medicamentos para ello, hay que tener en cuenta que siempre estarás a más de 3000 m de altitud.

Acerca del Autor

Ester vestida con un sari en un camino de la India.

Soy Ester Guglietta, viajera asentada en Granada, España, aunque realmente me siento ciudadana del mundo. Soy una gran enamorada del continente asiático. En el año 2004 fue la
primera vez que lo visité y me cautivó de tal manera, que solo sueño un año tras otro poder visitar algunos de sus países, aunque no me importa repetir algún país como la India, el cual lo he visitado hasta 6 veces o Bhutan y Laos, en dos ocasiones.

Me encanta conocer sus costumbres, religiones y sus culturas, siempre pienso que te aportan riqueza personal. Interactuar con su gente, compartir una comida, dormir en sus casas, participar en un ritual, es una forma de salir de nuestro mundo lleno de comodidades, en el cual nos hemos convertidos en lobos solitarios y consumistas. He tenido emociones que han
hecho que el vello se me erice, tengo imágenes grabadas en la mente que espero que jamás se borren, he visto lugares mágicos, he sentido la sencillez y hospitalidad de su gente y algunas veces rabia y he llorado ante ciertas injusticias, pero es un aprendizaje y una clase de humildad.

Por ello, hace años comencé a escribir sobre mis viajes en un blog viajandoporasia.es mis vivencias y experiencias. Espero continuar haciéndolo, siempre que las circunstancias nos lo permitan.


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